El enemigo de la Fiesta de
los Toros, lo tienen los profesionales del toreo nacional en sus propios
gremios.
Vive y se alimenta con
pretensiones de lucha gremial, se esconde entre los grupos de incapaces que
pretenden ser protegidos por la beneficencia pública.
Son los que si se meten en
una licuadora no saldría ni el lazo para una zapatilla de torero.
Fíjese usted, amable lector,
lo que ocurre en este país donde apenas se dan festejos y donde son escasas las
oportunidades para la formación de futuras generaciones.
En San felipe del Yaracuy, y gran esfuerzo y afición, el ganadero
Juan Campolargo, en sociedad con
el picador de toros Mario González, organiza la tradicional Feria de Mayo. Ya
se anunciaron las dos corridas de toros, dos espectáculos que le ofrece puestos
a los toreros venezolanos y espadas invitados.
El sábado 4 de mayo está
anunciado el matador de toros español Agustín de Espartinas , y la empresa de
San Felipe, para cumplir con los trámites de la Ley del Trabajo y exigencias de
la Asociación Venezolana de Matadores de Toros y Novillos le solicitó a la empresa Agrocasta,
organizadora de los festejos de Maracay, le ayudara en lo concerniente a la
burocracia del trámite del visado al torero.
Pues fíjese usted, paciente lector, que como Leonardo Varela
es "enemigo declarado" de Erick Cortés y en absurda actitud de
omnipotencia que no reconoce este trámite del visado, sin poseer rango de
autoridad oficial, le ordena a Gerson Guerrerro, presidente de la Asociación de
Subalternos, no contratar con la empresa de Juan Campolargo los servicios de
picadores, banderilleros, mulilleros y servicios de plaza.
Lo más chistoso es que Varela, Guerrero y Erick Cortés son
"chavistas", y no es la primera vez que se enfrentan en absurda puja
y pulso por situaciones como la que penosamente se vive en San Felipe.
Así que, como ocurrió hace un
par de años en Valencia, donde hasta intentaron quemar a Rafael Orta por actuar
como dirigente gremial opositor, los espadas venezolanos podrían perder los
puestos en la feria yaracuyana.
Hace menos de un año en
Maracay se vivió una especie de paro que organizó Leonardo Varela y apoyó
Gerson Guerrero, pero que El Maraco
evitó con su concurso profesional que la sangre llegara al río.
No sabemos qué ha de ocurrir con
esta absurda situación luego que esta nota haya sido impresa, pero de lo que sí
somos conscientes es de la realidad de la depresión en la que se hunde la
fiesta de los toros en Venezuela.
No tenemos representación en
los escalafones importantes de México y de España. Nuestra voz no se escucha en
los foros mundiales de los ganaderos y de las empresas taurinas. Las escuelas
taurinas, con todo el respeto para la buena voluntad de quienes las aúpan, no
son capaces de enseñarle la carilla a los principiantes. Sabemos, insistimos,
que Venezuela en manos de estos dirigentes ha caído, como la nación, en un pozo
profundo, oscuro, del que sólo se saldrá cuando de luces se vistan caracteres
como vistieron los prohombres del toreo nacional como Rubito, El Negro Mendoza,
Diamante Negro, Alí Gómez, Joselito Torres, César Girón, César Faraco, Curro
Girón, Efraín Girón, Carlos Saldaña, Antonio Klie, Rafael Cavalieri,
Chamaquito, Rigoberto Bolìvar, Mario González, Rafael Girón, Adolfo Rojas,
Bernardo Valencia, Morenito de Maracay, Celestino Correa, El Mito, Rafael
Ponzo, Leonardo Benítez ...
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